Retrato impresionante
Visitando el Museo del Prado me encuentro con este retrato de María Cristina de Borbón.
En la web del museo se puede ampliar llegando casi a la misma belleza que el original. Me impresionaban la trasparencia de los encajes y como se ve la piel a través de ellos, los ojos y la brillantez de las joyas. Además hay factores que ayudan
a esa simpatía. Esta reina, convertida en regente a la muerte de Fernando VII, se enamoró de un guardia de corps, llamado Fernando Muñoz y se casó secretamente con él. Aparte de ser la comidilla de la corte le hizo Duque
de Riansares (pequeño arroyuelo conquense) y le construyó un palacio en Aranjuez que no se llegó a utilizar como tal. Adosado a ese palacio se construyó, hacia los años veinte del siglo pasado, la casa de formación
de los jesuitas en la que yo he vivido diecisiete años, en tres etapas distintas de mi vida.
26 de Septiembre de 2015