El arte de Clara Peeters
Difícil tenían las mujeres dedicarse a la pintura allá por
el siglo XVII. Sería poco decoroso acudir a las escuelas de pintura a causa de los modelos humanos desnudos. Las que quisieron dedicarse a estos menesteres pictóricos tuvieron que buscarse otros modelos inanimados. Los bodegones fueron la solución
para ellas. Y Clara Peeters nos ofrece unos muy buenos resultados. Su pintura tiene un perfeccionismo que no tiene nada que envidiar a los grandes maestros de su época, aunque, lógicamente, peca de monótona por su temática repetitiva.
Su realismo y sus temas fueron innovadores entonces. Exposición en el Museo del Prado digna de verse.
6 de Noviembre de 2016