Una mañana con Tiziano
Esta mañana la he dedicado a Tiziano en el Museo del Prado.
Tiene dos ubicaciones: una en la planta noble (galería central) y otra en las salas 40-44, con la pintura veneciana. Subes en el ascensor y al entrar en la galería central te topas con cinco cuadros del maestro veneciano. Parece como si fuera
el lugar central del museo y me ha parecido una colocación simbólica. El gran cuadro de Carlos V en la batalla de Mühlberg señala el momento del gran apogeo español. A sus lados, otro retrato de Carlos I de España y
V de Alemania y el de Felipe II. Cuadros suntuosos. Enfrente se encuentran dos de los cuatro cuadros de “las furias” que pinto Tiziano. Los otros dos ardieron con el Alcázar madrileño. Dedicados a Tizio y Sísifo, que rebeldes
a los dioses, fueron condenados: Uno a que sus entrañas (siempre regeneradas) fueran devoradas por dos buitres y el otro a subir el peñasco reiteradamente a un monte. En aquellos tiempos de rebeliones protestantes contra el Emperador significaba
un aviso de lo que podría significar la rebeldía contra el poder legítimo. Pintura política.
16 de agosto de 2018